Piedras preciosas escondidas
En un lugar de siempre vivía una vieja sabia que se encargaba de repartir por el mundo lo que había aprendido a través de sus viajes y sus pasos por el camino.
Estos aprendizajes con el tiempo se habían convertido en pequeños brillantes que tenían un valor muy muy especial pero solo podían ser reconocidos por los buscadores de tesoros que supieran valorar los quilates de las piedras preciosas.
Es por esto que estos brillantes estaban recubiertos de arcilla y lucian como pequeñas piedras que para la mayoría eran obstaculos o perdida de tiempo asi que a su paso no miraban,no escuchaban,no sentian .
Estos aprendizajes con el tiempo se habían convertido en pequeños brillantes que tenían un valor muy muy especial pero solo podían ser reconocidos por los buscadores de tesoros que supieran valorar los quilates de las piedras preciosas.
Es por esto que estos brillantes estaban recubiertos de arcilla y lucian como pequeñas piedras que para la mayoría eran obstaculos o perdida de tiempo asi que a su paso no miraban,no escuchaban,no sentian .
Paso mucho mucho tiempo y los buscadores de tesoros que sabían de riquezas lograron crear grandes comarcas donde reinaba la prosperidad y la sabiduría.
Sin embargo, en otras, la ignorancia y la pobreza invadía los rincones y por mas que insistían no encontraban la salida que extrañamente estaba llena de pequeñas piedritas de arcilla que no se explicaban porque a veces emitían cierto brillo.
La lectura es uno de esos tantos brillantes escondidos en arcilla que te esperan para que descubras en ellos grandes tesoros y para que enriquezcas de su sabiduría. Ve tras ella y descubre sus secretos.
Martha (27/11/2013)
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